domingo, 21 de septiembre de 2014

ASTROLOGÍA Y PARASICOLOGÍA

Astrología y Parapsicología




Estudio de los fenómenos llamados paranormales, que son aquellos no explicables mediante teorías físicas, biológicas o psicológicas.Los parapsicólogos estudian dos tipos de fenómenos: la percepción extrasensorial, adquisición de información por medios no sensoriales, y la telequinesia, capacidad de mover objetos a distancia con el poder de la mente. En este campo también se investigan temas ocultistas, como la comunicación con el más allá (espiritismo), la creencia en la vida después de la muerte, el estudio de las facultades de los clarividentes o mediums, la levitación, las apariciones, los poltergeist (psicoquinesias involuntarias) y los viajes astrales.
Desarrollo histórico
En 1882 se fundó en Inglaterra la primera sociedad parapsicológica cuyo primer logro fue la investigación de la hipnosis, terreno que posteriormente abarcaron la medicina y la psicología. Esta sociedad también investigó los fenómenos que se producían en las sesiones de espiritismo, que, que fueron clasificados en físicos y mentales: los físicos —la telequinesia—, se referían a la posibilidad de mover objetos o de interferir en procesosfísicos con el poder de la mente.
Las manifestaciones mentales —la percepción extrasensorial—, abarcan la telepatía (transmisión directa de mensajes, emociones o estados subjetivos de una a otra persona sin hablarse ni gesticular), la clarividencia y la adivinación.
Una de las primeras investigaciones de campo fue el examen, por parte del físico-químico inglés sir William Crookes, de los fenómenos que se producían en las sesiones del medium escocés Daniel Dunglas Home. Home, medium parapsicológico, celebraba sus sesiones a plena luz, y la validez de los fenómenos que en ellas se producían nunca había sido impugnada. Los contenidos de las expresiones verbales de los mediums fueron también estudiados. La primera investigación relevante fue la de la medium estadounidense Leonore E. Piper, cuyos aparentes dones parapsicológicos serían descubiertos por el filósofo y psicólogo también estadounidense William James. Otras líneas de investigación se ocuparon de las experiencias psíquicas que parecían producirse espontáneamente en la vida cotidiana, dedicándose a evaluar con un estricto control a las personas que aparentemente poseían habilidades de percepción extrasensorial.
Laboratorio de Rhine
En Estados Unidos, uno de los primeros grupos que se ocuparon de las cuestiones parapsicológicas fue el laboratorio de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, que comenzó a publicar información al respecto en la década de 1930. Bajo la dirección del psicólogo estadounidense Joseph Banks Rhine, se desarrollaron métodos que impulsaron el estudio sistemático de las investigaciones parapsicológicas basado en la estadística y el cálculo de probabilidades, y no como una correlación de hechos aislados y anecdóticos.
En los experimentos sobre percepción extrasensorial, Rhine y colaboradores empleaban una baraja de 25 cartas, similares a las ordinarias, pero sólo con cinco diseños: estrella, círculo, cruz, cuadrado y líneas onduladas. Si un sujeto adivinaba sólo 5 de los 25 naipes barajados, era mera casualidad. Sin embargo, algunos sujetos llegaron a adivinar 6 de 10, lo que para Rhine significó la existencia de una percepción extrasensorial.
Para sus experimentos sobre telequinesia, este grupo utilizaba un dado común que era lanzado contra una pared, o volcado en una caja que se movía mecánicamente. En estas pruebas, se dio una relación aparente entre el esfuerzo mental de los sujetos para intentar que una cara determinada del dado apareciera boca arriba y el número de veces en que de hecho ocurría. Los resultados obtenidos en muchos experimentos individuales y en el conjunto de la investigación no eran atribuibles al azar y sus fluctuaciones.
Años después, se fundaron una serie de centros de investigación independientes, entre ellos la Sociedad Americana de Parapsicología, con sede en Nueva York. La primera plaza de profesor en parapsicología se dio en Gran Bretaña, en la Universidad de Cambridge, a finales de la década de 1970. Anteriormente, en 1957, se había formado la Asociación Internacional de Parapsicología cuyo reconocimiento académico llegó al ser admitida por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia en 1969. No obstante, figuras tan prestigiosas de la teoría de la ciencia, la física y la filosofía como Mario Bunge han criticado duramente el apoyo institucional a unos investigaciones que no cumplen las garantías mínimas de objetividad como para ser consideradas científicas y que hoy siguen siendo, pese a su camuflaje paracientífico, engañosas.
Críticas
Efectivamente, pese al incremento en la realización de experimentos parapsicológicos y del uso de refinados métodos propios de la observación estrictamente científica, una de las críticas principales es que sus hallazgos rara vez permiten ser corroborados con un segundo experimento en condiciones similares. Bajo un riguroso control de laboratorio, los experimentos sobre experiencias extracorpóreas, por ejemplo, en los que los individuos muestran una aparente capacidad de situar el centro de su percepción fuera de sus cuerpos, indican que ni siquiera los más reputados parapsicólogos son capaces de repetir sus primeros y brillantes logros. De hecho, las puntuaciones tienden a descender hasta el nivel de lo razonable cuantas más veces se repite el experimento, ya que entran dentro del cálculo de probabilidades.
Una crítica similar se dirige a la mayoría de los parapsicólogos quienes pretenden que estos fenómenos desafíen el principio de causalidad, una de las premisas principales de la investigación científica. Muchos de sus experimentos incluso contradicen abiertamente las predicciones previas. Los parapsicólogos objetan que su terreno de estudio está tan alejado de nuestra comprensión ordinaria que a veces dudan si un fenómeno de percepción extrasensorial o de telequinesia ha ocurrido realmente.

Debido a que estos fenómenos son difíciles de definir o de aislar cuando parece que ocurren, y a que sólo son observables por un selecto grupo de espectadores, la mayoría de los científicos piensa que las investigaciones parapsicológicas incumplen las exigencias de objetividad del método científico. En consecuencia, muchos parapsicólogos, en vez de tratar de convencer a la escéptica comunidad científica, se han dedicado a explorar la base científica de tales fenómenos, incluso en la física cuántica. Otros objetan que el método científico y su exigencia de reproducir los fenómenos estudiados es restrictiva y excluye de antemano los métodos parapsicológicos. Por último, algunos creen que los científicos son ingenuos ante la evidencia empírica de estos fenómenos y que, por el contrario, los ilusionistas profesionales serían los más capacitados para evaluarlos por su facilidad para descubrir el engaño.


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