Astrología y Parapsicología
Estudio de los fenómenos llamados paranormales, que son aquellos no
explicables mediante teorías físicas,
biológicas o psicológicas.Los parapsicólogos estudian dos tipos de fenómenos:
la percepción extrasensorial,
adquisición de información por medios no
sensoriales, y la telequinesia, capacidad de mover objetos a distancia con el poder de
la mente. En este campo también se investigan temas ocultistas, como la comunicación con
el más allá (espiritismo), la creencia en la vida después de la muerte,
el estudio de las facultades de los clarividentes o mediums, la levitación, las
apariciones, los poltergeist (psicoquinesias involuntarias) y los viajes astrales.
Desarrollo histórico
En 1882 se fundó en Inglaterra la
primera sociedad parapsicológica
cuyo primer logro fue la investigación de
la hipnosis, terreno que posteriormente abarcaron la medicina y
la psicología.
Esta sociedad también investigó los fenómenos que se producían en las sesiones
de espiritismo, que, que fueron clasificados en físicos y mentales: los físicos
—la telequinesia—, se referían a la posibilidad de mover objetos o de
interferir en procesosfísicos
con el poder de la mente.
Las manifestaciones mentales —la percepción extrasensorial—, abarcan la
telepatía (transmisión directa de mensajes, emociones o
estados subjetivos de una a otra persona sin
hablarse ni gesticular), la clarividencia y la adivinación.
Una de las primeras investigaciones de
campo fue el examen, por parte del físico-químico inglés sir
William Crookes, de los fenómenos que se producían en las sesiones del medium
escocés Daniel Dunglas Home. Home, medium parapsicológico, celebraba sus
sesiones a plena luz,
y la validez de los fenómenos que en ellas se producían nunca había sido
impugnada. Los contenidos de las expresiones verbales de los mediums fueron
también estudiados. La primera investigación relevante
fue la de la medium estadounidense Leonore E. Piper, cuyos aparentes dones
parapsicológicos serían descubiertos por el filósofo y psicólogo también
estadounidense William James. Otras líneas de investigación se ocuparon de las
experiencias psíquicas que parecían producirse espontáneamente en la vida
cotidiana, dedicándose a evaluar con un estricto control a
las personas que aparentemente poseían habilidades de percepción
extrasensorial.
Laboratorio de Rhine
En Estados Unidos,
uno de los primeros grupos que
se ocuparon de las cuestiones parapsicológicas fue el laboratorio de
la Universidad de
Duke, en Carolina del Norte, que comenzó a publicar información al respecto en
la década de 1930. Bajo la dirección del
psicólogo estadounidense Joseph Banks Rhine, se desarrollaron métodos que
impulsaron el estudio sistemático de las investigaciones parapsicológicas
basado en la estadística y
el cálculo de
probabilidades, y no como una correlación de hechos aislados y anecdóticos.
En los experimentos sobre
percepción extrasensorial, Rhine y colaboradores empleaban una baraja de 25 cartas,
similares a las ordinarias, pero sólo con cinco diseños: estrella, círculo,
cruz, cuadrado y líneas onduladas. Si un sujeto adivinaba sólo 5 de los 25
naipes barajados, era mera casualidad. Sin embargo, algunos sujetos llegaron a
adivinar 6 de 10, lo que para Rhine significó la existencia de una percepción
extrasensorial.
Para sus experimentos sobre telequinesia, este grupo utilizaba
un dado común que era lanzado contra una pared, o volcado en una caja que se
movía mecánicamente. En estas pruebas,
se dio una relación aparente entre el esfuerzo mental de los sujetos para
intentar que una cara determinada del dado apareciera boca arriba y el número
de veces en que de hecho ocurría. Los resultados obtenidos en muchos
experimentos individuales y en el conjunto de la investigación no eran
atribuibles al azar y sus fluctuaciones.
Años después, se fundaron una serie de centros de investigación
independientes, entre ellos la Sociedad Americana de Parapsicología, con sede
en Nueva York. La primera plaza de profesor en
parapsicología se dio en Gran Bretaña, en la Universidad de Cambridge, a
finales de la década de 1970. Anteriormente, en 1957, se había formado la
Asociación Internacional de Parapsicología cuyo reconocimiento académico llegó
al ser admitida por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia en
1969. No obstante, figuras tan prestigiosas de la teoría de
la ciencia,
la física y
la filosofía como
Mario Bunge han criticado duramente el apoyo institucional a unos
investigaciones que no cumplen las garantías mínimas de objetividad como para
ser consideradas científicas y que hoy siguen siendo, pese a su camuflaje
paracientífico, engañosas.
Críticas
Efectivamente, pese al incremento en la realización de experimentos
parapsicológicos y del uso de refinados métodos propios de la observación estrictamente
científica, una de las críticas principales es que sus hallazgos rara vez
permiten ser corroborados con un segundo experimento en condiciones similares.
Bajo un riguroso control de laboratorio, los experimentos sobre experiencias
extracorpóreas, por ejemplo, en los que los individuos muestran una aparente
capacidad de situar el centro de su percepción fuera de sus cuerpos, indican
que ni siquiera los más reputados parapsicólogos son capaces de repetir sus
primeros y brillantes logros. De hecho, las puntuaciones tienden a descender
hasta el nivel de lo razonable cuantas más veces se repite el experimento, ya
que entran dentro del cálculo de probabilidades.
Una crítica similar
se dirige a la mayoría de los parapsicólogos quienes pretenden que estos
fenómenos desafíen el principio de causalidad, una de las premisas principales
de la investigación
científica. Muchos de sus experimentos incluso contradicen
abiertamente las predicciones previas. Los parapsicólogos objetan que su
terreno de estudio está tan alejado de nuestra comprensión ordinaria que a
veces dudan si un fenómeno de percepción extrasensorial o de telequinesia ha
ocurrido realmente.
Debido a que estos fenómenos son difíciles de definir o de aislar cuando
parece que ocurren, y a que sólo son observables por un selecto grupo de
espectadores, la mayoría de los científicos piensa que las investigaciones
parapsicológicas incumplen las exigencias de objetividad del método científico.
En consecuencia, muchos parapsicólogos, en vez de tratar de convencer a la
escéptica comunidad científica,
se han dedicado a explorar la base científica de tales fenómenos, incluso en la
física cuántica. Otros objetan que el método científico y su exigencia de
reproducir los fenómenos estudiados es restrictiva y excluye de antemano los
métodos parapsicológicos. Por último, algunos creen que los científicos son
ingenuos ante la evidencia empírica de estos fenómenos y que, por el contrario,
los ilusionistas profesionales serían los más capacitados para evaluarlos por
su facilidad para descubrir el engaño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario